Sunday, December 6, 2009

"Ojos que da pánico mirar: Aristeo Jiménez"


La fotografía quizá perdone a quién no la ame, pero jamás perdonará a quién no le permita ser seducido por ella.
¿Cómo podríamos diseñar un libro de fotogafías sin ser traicionados por lo literal? ¿Cómo diseñar un libro con fotos de Aristeo sin hacer elogios gratuitos de la intemperie? ¿Como llevar a cabo la curaduría de una trayectoria de casi 30 años y reducirla a sólo 70 láminas sin cometer ningun pecado de omisión?

En las páginas de “Ojos que da pánico mirar” podemos encontrar el esbozo de la ciudad que amamos. Retrato conmovedor y fascinante, como antes no se había realizado. A partir de ahora este retrato deja ser un recuerdo privado. Ésta ciudad, donde a veces el aire se enrarece de dramas, carece de epopeyas y necesita de muchísimos libros. Una sola imágen de Aristeo, plena de síntesis, dice mucho más de Monterrey que todas las palabras que podría expresar cualquier gobernante. Como la rosa de Angelus Silesius, sus fotos no necesitan de porqués, florecen a pesar de todo. Sus personajes gozan de una dignidad inaudita, pasmosa, admirable. Sólo aguardo el día que yo pueda amar algo, tanto, como él ama la luz.

El texto de Ricardo “La conmoción del rayo”, nos elucida y nos aproxima, no sin antes advertir a la manera de Dante, cuando lee lo inscrito en las puertas del infierno. Contemplad “sus fotos, cualquier calificativo es injusto, cualquier alabanza inútil”.

Un libro de fotografías es más que un conjunto de imágenes. Es otra forma de expresión. Es un objeto único en si mismo. No es una exhibición. Tal vez sea como la película que se basa en una novela, Tal vez sea la música interpretada o re-interpretada, no sé. De ninguna manera compite con obras que son mostradas en un muro.

Hay libros que crean su propio público, éste es de esos. Creo que se abrirá con expectación y se cerrará con provecho. Espero que este libro sea el hacha que rompa nuestra mar congelada, como diría alguna vez Kafka.

La fotografía quizá perdone a quién no la ame, pero jamás perdonará a quién no le permita ser seducido por ella.


Óscar Estrada de la Rosa. San Pedro Garza García, N.L. 4 de diciembre de 2009.
Texto leído en la presentación del libro "Ojos que da pánico mirar: Aristeo Jiménez"
Auditorio del Museo de Historia Mexicana

No comments:

Post a Comment